"Y recibes la comprension de quien menos esperas", comento Miriam Wiener en mi face, y que razon existe ante estas palabras, ya en los hechos. El fin de semana comentando con compañeros de trabajo, uno de mis jefes decia en un tono concialiador: "En esto Hay que aprender a comer sapos" Y en verdad amigos es dolorosa la traicion, es dolorosa la ingratitud, es doloroso darte cuenta que en tu andar te encuentras personas que por una u otra razón terminan dandote la espalda...
En la vida es cierto, que tambien se aprende a comer sapos, nos vamos decepcionando cada dia, de aquellos en quienes depositamos nuestra confianza, y que por esas cosas de la mala comunicacion terminan rompiendo esa confianza.Y nos vamos haciendo desconfiados.
Por otro lado, sucede que de pronto nos vamos sintiendo solos, confiamos demasiado en X persona, ya sea familiar o amigo, compañero de trabajo o que se yo, por que los "otros" no son de fiar, claro a veces prejuzgando sin realmente saber...y resulta que no es asi...en quienes confias, te dan la espalda en el momento que mas les necesitas o que pensabas que te apoyarian, de pronto te vas cayendo, ese sabor amargo de la frustacion, de la decepcion, te tira al piso, mientras volteas como buscando respuestas
Pero no contabas, que aquellos en quien nunca pensaste, te extienden la mano, te ayuden a levantarte, te dan las palabras que necesitas para ponerte de pie nuevamente, y vuelves al camino, en la vida a veces sucede asi...
Llevo ya bastantes añitos dentro de la politica, muchos ya simpatizando en la izquierda, y no mucho militando en un movimiento nacional, y sigo ahi, y ahi seguire...El caso es que me cuesta trabajo entender como una persona cambia asi de pronto su manera de pensar y de actuar para con los demas...como puede existir tanta desfachatez o como pueden otros lograr asi de rapido lo que a uno le lleva tiempo lograr.
En algun tiempo me toco recibir la estafeta de un grupo consolidado, en ese momento las cosas cambiaron, pues muchos empezaron a ser cooptados por otros personajes, reduciendo esa organizacion a casi nada, y teniendo que empezar como debe ser desde ceros, no fue facil. Muchos empezamos a trabajar y a aprender juntos, a compartir experiencias, dicen por ahi, el pan y la sal, los triunfos y las derrotas. En esta anecdota ya para sintetizar, con el tiempo uno se va desengañando, decepcionando al ver como por unas monedas, o las famosas despensas, una conciencia puede ser comprada... Y como los arboles, nos van quitando ramas, pero al estar bien enraizado ese arbol, volvera a dar una rama, mejor y mas fuerte por que su raiz y su tronco asi son, pero por lo pronto hay que apechugar, comer sapos.
Ese sabor amargo de la decepcion y de la ingratitud, solo durara un poco, si se sigue mirando al frente y se continua el camino...dice por ahi una frase: Pase lo que pase, la vida continua.