Hace algunos años el “cronista”
de la delegación sugeriría a mi padre y otras personas, entre fundadores y líderes
de la comunidad en que vivo, que se luchara por cambiar el nombre de nuestra
comunidad, argumentaba que Gabriel Hernández, habría sido un mal ejemplo, no
digno de llevar esta colonia su nombre, cosa que muchos creyeron, incluso,
llegue a escribir algo así, sin embargo, no se había estudiado a bien el caso y
la reputación del General Hernández caía como estigma a una comunidad tan
desprestigiada…bueno el caso es que mis dudas fueron más que el dicho del
mencionado cronista, ya que un nombre tan común como este sugería hasta hoy que
el General según algunos, fuera Medico, Profesor, Licenciado, más lo que se le
ocurriese a la gente, sin conocerle.
GABRIEL
HERNANDEZ
El General Gabriel Hernández
nació en Tlaxcala en 1878, en 1910 forma parte importante del movimiento
revolucionario, ciertamente como lo dijera el señor cronista, si comando
guerrillas, pero en los estados de Puebla y Tlaxcala, que se levantaron en
armas contra Porfirio Díaz, para mayo de 1911, Hernández y su ejército
libertador, toman la ciudad de Pachuca. Leal a Madero este le nombra comandante
de rurales, en esa calidad se apresta a la defensa del presidente Madero durante
la Decena trágica, siendo aprendido y llevado preso a la cárcel de Belén en
1913, de donde es sacado para ser asesinado.
Si la muerte de Madero y
Pino Suarez se considera históricamente como artera y cobarde, la muerte de
Gabriel Hernández es considerada como aberrante, excedida en la forma, en que
el gobernador del Distrito Federal impuesto por Huerta, Enrique Zepeda, termino
con la existencia del joven general maderista de 35 años.
La
crónica así lo refiere: La
ciudad (de México) se hallaba hondamente conmovida desde el lincha-miento de
Arnulfo Arroyo. No lo había estado tanto como ahora, al conocer los detalles de
cómo fue asesinado el General Gabriel M. Hernández.
El Ing. Enrique Zepeda fue nombrado
Gobernador del Distrito Federal el día 27 de febrero, en substitución del Gral.
Yarza, un mes después, el 26 de marzo, el Gobernador asiste a una fiesta. Corre
el champagne, se enardecen los ánimos, y deciden seguir la juerga. Las
libaciones se multiplican, el personaje citado está ebrio, se encuentra en el
restaurante Sylvain y desde ese lugar ordena que se presenten inmediatamente y
a sus órdenes 31 hombres de la gendarmería.
Los transeúntes se extrañan y asombran, de
que a las dos de la madrugada se encuentran esas fuerzas frente al
establecimiento. Sale el Gobernador con sus amigos y al mismo tiempo que monta
en su coche, ordena imperioso: ¡A la penitenciaría!
Allá se dirige la caravana. Ante la puerta
del penal, el Gobernador Zepeda llama con fuertes golpes. Se da a conocer. Acto
seguido pide le entreguen al Gobernador de San Luis Potosí Dr. Rafael Zepeda y
otros políticos, gracias a la entereza del Director del penal Dr. Octaviano
Liceaga, no le fueron entregados.
Zepeda está fuera de sí. Excitadísimo,
furioso, marcha a la cárcel de Belén. Se identifica. También aquí le es negado
el acceso a donde se encuentran los presos. Sus amenazas y gritos hacen que el
subalcaide acceda a sus deseos.
Con la audacia que le proporciona su estado
de ebriedad, llega a la bartolina 60 del General Gabriel M. Hernández, al que
lanza blasfemias e insultos, el atacado se rebela y protesta de la forma en que
es tratado. Todo es inútil, obligado por la fuerza es conducido al paredón. Una
vez en el, Zepeda se pone frente al pelotón de gendarmes y les ordena:
“Pelotón... Preparen... Apunten... ¡Fuego!
No conforme con haberlo fusilado, manda
traer varias brazadas de leña y petróleo. Rodea el cadáver con el combustible,
y ante la mirada atónita de todos, prende fuego, al poco tiempo los restos del
general Hernández no son más que cenizas.” (Gustavo Casasola, p. 561)
Después de más de dos meses, y para el efecto de acallar la
serie de protestas de la opinión pública, Enrique Zepeda es declarado enfermo
mental. (Fuente: “Gabriel M. Hernández, Jefe de la Revolución en el estado de
Hidalgo.” Cándido Portillo Cirio, cazatmex, Zacatelco, Tlax, diciembre de 2004)
RAFAEL BUELNA TENORIO
De 32
años al morir, durante la toma de Morelia en 1924, se distinguió al luchar
primero en oposición a Carranza, luego contra Obregón (a quien estuvo a punto
de fusilar) y De La Huerta. Buelna nació el 23 de mayo de 1890 en Mocorito
Sinaloa, sería el Jefe militar del territorio de Tepic. Fue abogado, estudiando
en el Colegio Civil Rosales, se dice que gozaba de una buena posición económica,
gustaba demás de la poesía y la literatura. Se inició en la lucha armada desde
los 19 años en Culiacán, incansable, años más tarde, obtiene el grado de
General de Brigada, y es designado secretario particular del General Enrique Estrada
quien a su vez era subsecretario de Guerra y Marina de 1921 a 1922.
Se dice
también que como homenaje, en Sinaloa, en la Universidad Autónoma, se instituyo
el día 23 de mayo (Fecha de su nacimiento) como el Día del Estudiante
Universitario.
BENJAMIN CARILLO PUERTO
31 años tenía este joven
revolucionario cuando fue fusilado el 3 de enero de 1924, junto con sus
hermanos Felipe, Wilfrido y Edesio
Carrillo Puerto, la dinastía revolucionaria de Motul, Yucatán, colaborador
durante la administración de su hermano Felipe cuando este fue gobernador de Yucatán.
Como ya se sabe la rebelión De la Huertista derroco al Gobernador Felipe
Carrillo Puerto.
Benjamín
mostro interés por la carrera de las armas, por lo que hizo esta carrera en el
Colegio Militar, del que se graduó con el grado de Subteniente alcanzando el
grado de Capitán Segundo.
Políticamente
participo junto con su hermano Felipe, en la conformación del Partido
Socialista del Sureste, del cual fue diputado Local y posteriormente Federal.
SER JOVEN....
Al igual
que en caso de las Mujeres, Los jóvenes revolucionarios fueron muchos, y muchos
desde el anonimato, desde niños ya estaban en el campo de batalla, el
adolescente por ejemplo ya se le permitía disparar, los menores apoyaban en el
abastecimiento de las armas, pero los jóvenes ya estaban luchando, por las
libertades…muchos jóvenes aun desde la independencia, ya estaban luchando, un
Francisco Javier Mina, por ejemplo, en el México convulsionado entre
conservadores y liberales los jóvenes ya estaban en el gobierno como un Francisco
Zarco, un Ignacio Ramírez, un Altamirano, en las letras, un Juan de Dios Peza,
un Manuel Acuña, que también murió joven y en la cúspide.
Pasaríamos el
Movimiento revolucionario, y las luchas de los jóvenes también se enfocarían hacia
más libertades, llegando al trágico 1968, que fue un parte aguas en el tiempo y
en las luchas de los jóvenes, víctimas de un gobierno autoritario, que hasta el
día de hoy, insiste en criminalizar el pensamiento, la protesta, aquellos jóvenes
del 68 cuya vida y libertad en otros casos les fue arrebatada por adelantarse a
su época, por pensar que las cosas podían cambiar, ser diferentes. Un homenaje,
un recuerdo y admiración a nuestra juventud, que hasta hoy se resiste ante el
represor, que crea sueña y lucha, que como lo dijera Allende: SER JOVEN Y NO
SER REVOLUCIONARIO, ES UNA CONTRADICCION HASTA BIOLOGICA