¿Es difícil conservar un buen estado de animo en medio de la tormenta?- Me preguntaban...y créanme, no siempre fue así, son procesos, son aprendizajes, y a veces esos procesos cuestan y mucho, duelen y duelen en serio, pero el crecimiento, bien lo vale. Si a partir de ahí comprendemos que en la búsqueda de nuestra propia superación vamos a caernos, tambien debemos estar ciertos, que nos pondremos de pie...es valido tanto una cosa como la otra. El estado de animo juega un rol importante en todo este asunto, por lo general asumimos conductas que delatan esos momentos y como es natural todo parece estar en contra, pareciera que nadie esta con nosotros.
De ahí el objeto de estas lineas. El como todo lo que hacemos bien o mal conlleva una consecuencia, que muchas veces tiene un impacto tan profundo en nuestras vidas...debemos estar consientes de ello en todo momento, ser mas responsables y cuidadosos de nuestro actuar y de nuestros propios dichos.
Si por ejemplo, dedico mis lineas a escribir, (como ya lo aclare una y mil veces ¿verdad?) las vivencias y situaciones que otros amigos y amigas, nos comparte tan amablemente, si de pronto les narro alguna anécdota personal, o simplemente comparto una nota, estoy plenamente consciente de lo que puede ocurrir, de ahí que el lenguaje y el manejo de la situación debe ser el apropiado, y dejar siempre un mensaje o reflexión de X circunstancia, ya que tambien, así me lo han comentado, existe identificación con lo que aquí se llega a escribir, por que se ha pasado por situaciones similares, y por ello las posibles soluciones (que no siempre son iguales para todos) nos hace actuar y escribir con mucha responsabilidad, ya que no se puede dar lo que no se tiene, y en ocasiones debemos estar atentos a no escupir al cielo que a la cara no nos caiga.
No se puede dar lo que no se tiene.
Cuando somos parte del problema y no de la solución, cuando no actuamos en consecuencia, y parece que insistimos en las mismas conductas, o nuestras acciones son cuestionables, no podemos dar soluciones a lo que nosotros mismos no hemos superado, no podemos hablar de quien actúa erróneamente, si nosotros tambien cometemos los mismos errores, no podemos pedir la perfección a otros, si nosotros mismos cometemos errores (ah, pero nunca los vamos a reconocer) no podemos hablar de amor si nosotros mismos no somos capaces de darlo, aquí recuerdo aquella platica en que nos refirieron a un grupo de compañeros y a mi al respecto, preguntándonos si el saludo podría ser una manifestación de ese amor...claro que uno piensa que no vamos andar saludando a medio mundo y damos amor...nooooo diríamos que es la mas mínima manifestación de ese amor, decía quien nos comentaba esto que en ocasiones en la iglesia, en la escuela, o la oficina, por ejemplo, ante tantísima gente, nos abrazamos y nos damos el beso en las mejillas, y pareciera ante los ojos del mundo que somos los mejores amigos, compañeros o que se yo del mundo...mas sin embargo fuera de este ambiente, las mismas personas, si se alcanzan a ver a la distancia, se cambian de banqueta o se hacen los que no se ven, o si concurren por casualidad a un mismo espacio pero diferente a la iglesia, escuela u oficina, se evitan. No, no es hipocresía, simplemente que no existe esa confianza plena ni el lazo de amistad es muy firme, y si yo viese que otros hacen eso, y hago lo mismo, entonces no podría corregirlos, cuando yo hago exactamente lo mismo.
No hay que escupir al cielo que a la cara no nos caiga.
Esta es otra parte interesante, ya que solemos criticar y ser muy severos con otros, miramos la paja en el ojo ajeno, o queremos sentirnos muy por encima de otros, a quienes juzgamos, les hacemos ver sus errores, muchas veces ante los demas, los avergonzamos (Si, pensamos que demostramos nuestro poder y sabiduría de esta forma...mal, mal ,mal) peeeero, olvidamos que somos tan humanos como los demás, y que tambien podemos equivocarnos, o que nuestra soberbia puede ser tan grande, que así de grande sera la escupida que recibiremos si escupimos al cielo.
Y aquí entro de lleno al tema, pues en esta parte dejamos de lado leyes y principios, y algo que se llama, ÉTICA, no es broma, pero hasta entre villanos existe... hablando de leyes, existe una de carácter natural y universal del mismísimo Isaac Newton, la tercera precisamente de sus leyes, aquella que dice "A Toda acción corresponde una reacción..." Otros suelen ir mas allá hablando de esto, le dicen el Yin-Yang, otros mas el suelen decir: si existe el bien, tambien el mal. Es decir y basándonos en Newton (para efectos de consecuencias) todo aquello que hagamos tendrá una consecuencia.
Si siembras rosas, recibes rosas, si siembras espinos, espinas tendrás, al respecto, creo que muchos prefieren dejar atrás la causa olvidando la consecuencia...miren por ejemplo, si viví con exceso, consumí alcohol por ejemplo, en exceso y de repente ya no lo hago, y que padre, todos felices...pero al tiempo presento problemas en el hígado o el riñón olvidando que mis excesos me tendrían esas consecuencias, así lo he manifestado con gente de Fé, que suelen decir que si, que Dios perdona de una vez y para siempre, lo cual no pongo en duda, pero las consecuencias, esas no se detienen, se manifiestan tarde que temprano, a toda acción le corresponde una reacción.
Hoy me he dado el lujo de reír, y soy mas feliz todavía, si veo reír a los que me rodean, si logramos romper un poco la formalidad diaria que la rutina nos suele imponer, soy feliz de ver la sonrisa de aquella niña que hoy o ayer estaba tristisima, seria, casi enojada, soy feliz viendo a los demás felices y me contagio, y el día se hace mas ameno, y se que al siguiente día volveré, ya no con el peso de la rutina, la cual deja de ser rutina, cuando el ambiente se destensa, se relaja un poco...(ah pero tampoco se debe abusar del relajamiento, nada mas por que si) Luego entonces con esa sonrisa en los labios que compartes, recibirás una igual o doble...Claro, tambien digo que rio, por que a veces eso de escupir al cielo es tan curioso, me tocó apreciar algo así de alguien que cuestiono a cierto tipo, claro nunca de frente, nunca en su presencia, y trató de evidenciarlo, el tipo en cuestión al enterarse, solo rió y no cayo en la provocación (que era el objetivo de esta otra persona) pero al tiempo aquella cuestión se le revirtió al que cuestionaba y quedo tan en evidencia, que aquel tipo rio ahora si a carcajadas por que el escupitajo le dio en plena cara a quien le cuestionaba. Si, a esa acción le correspondió una reacción igual y o mayor que lo que esperaba, y termino cumpliedosele eso del por que no hay que escupir al cielo...
Es mejor aceptar y reconocer las capacidades con las que se cuenta, o seguir en la búsqueda del conocimiento, aceptar las enseñanzas, y aceptar a todos por igual...decía que rio y me mofo de mi mismo, con ese sarcasmo que suele salir a flote, mas no para cuestionar nada ni a nadie, si no para romper un poco esa estricta rutina que nos solemos imponer, me rio de mi mismo, al grado que me dicen sangron (en otras palabras) pero prefiero asi, reírme, y ver a otros reir, que seguir con la cabeza al piso ocultando mi rostro y como autómata cumplir un compromiso...claro que no siempre puede uno estar bien, estar feliz, podemos tener miles de cosas en la cabeza, pero quienes nos rodean no la deben, son ajenos a nuestras broncas, y eso es tema de otra reflexión, en la siguiente ocasión, pero solo contestare la pregunta inicial ¿Es difícil conservar un buen estado de animo en medio de la tormenta? cuando no se quiere enfrentar las cosas, cuando no hay interés por dar mas de lo que solemos dar, cuando estamos pensando como perjudicar a otros, o vivimos pendiente de lo que hacen (sobre todo algo que hagan mal) claro que es difícil....pero si somos felices, sonreímos y compartimos esa felicidad, si aprendemos a reírnos hasta de nosotros, si reconocemos que todos somos humanos y nos podemos equivocar, que como humanos, amamos, sentimos y tenemos derechos, estaremos dando un paso muy importante para nuestro propio bienestar, emocional y personal.
Hagamos todo con una sonrisa
Dedicado a :
Mi sonriente y bella princesa, la que no me gusta ver tristear.