La tarde es fría, mis viejos males han vuelto, y dejo al pensamiento aminorar el dolor cual anestésico poco a poco hace olvidar por esos instantes y aun mas los malestares. Las palabras escritas anteriormente por mi en "Mis motivos" liberaron por fin eso que todavía quedaba respecto a lo que fui en años antes.
El pragmatismo, el desinterés, la falta de capacitación y la costumbre, terminaron por desencantar la admiración, por decidirme a arriesgar el todo en aras de esa libertad que te da el soltar la mano y buscar los sueños por otras vías...mas propias. Creo que ya ni siquiera importa el hecho de que todo aquello que se dio en correspondencia, gratitud mas allá del cumplimiento del deber y que todo eso no fuera nada comparado con la salameria de quienes supieron incrustarse sin ningún esfuerzo desplazando a verdaderos luchadores a quienes se han dado el lujo de menospreciar.
El menosprecio a todo esto, sumado al menosprecio a otros competidores que subestimados siempre, y que subestimarlos los ha fortalecido, y están ahí demostrándoles todo lo contrario, y hay que reconocer han dejado en evidencia ese exceso de confianza y pragmatismo que ha dejado de ser útil...bueno estos puntos recapitulaba esa tarde fría.
Pero luego mi pensar me llevo al tema de las decisiones...estos motivos, mas no pretextos, influyeron en la decisión de alejarme, que no significa traicionar, ni buscar algo mas cómodo....noooo decidir lo he dicho, no es fácil, una decisión como acción en si, conlleva a una consecuencia, en este caso, yo sabia que la consecuencia de arriesgar mi futuro, la estabilidad económica de mi familia, y desde ya el ser considerado un malagradecido...arriesgarse a dar un paso así puede ser fatal, y sin en cambio asumí ese riesgo, y decidí alejarme de ese entorno.
La consecuencia de una acción asumida, es inminente y de hecho, a pesar de dar marcha atrás hay cosas que ya no se detienen...he dicho a aquellos con quienes he tenido la oportunidad de compartir este punto, que de hecho, si cometemos un error, hacemos algo que esta mal, o si lo vemos del punto de vista de la religión, si hay un pecadillo...pero si pedimos perdón, retrocedemos y rectificamos, claro que existe el perdón divino, ese perdón es perfecto y para siempre, peeeero hay consecuencia y esa no se detiene, por ejemplo, si me he dedicado al cigarro o al alcohol constantemente, lo dejo no vuelvo a ello, bien, pero mis riñones, hígado o pulmones han sufrido un daño que en algún momento se manifestaran, es decir corrijo pero la consecuencia seguirá su curso.
Decidir es complicado, reitero, esas decisiones pueden guiar a un lado o a otro, puedes equivocarte o acertar, o quizás que no veas resultados al momento, pero lo que si es seguro que hacia donde lleve esa decisión habrá una consecuencia, por ello el tomar una decisión hay que reflexionar, razonar muy bien lo que se ha de decidir, mirar mas allá hasta donde sea posible, valorar los pros y contra, y en todo momento, asumir la responsabilidad de nuestras decisiones, aceptar y acatar las consecuencias, buenas o malas, estar atentos y siempre listos a ello.
La consecuencia es ese algo que nos pone a prueba sobre las decisiones tomadas, si se va en un sentido u otro por ello se debe asumir con responsabilidad, no siempre es castigo, ni hay que asumirlo así, ya lo dije, es la forma en que habremos de comprobar si nuestra decisión, ademas de correcta es sincera, es ahí donde muchos retroceden, por ejemplo religiosamente hay quienes dicen aceptar la voluntad divina, mas cuando esta se manifiesta y no es tal como se esperaba, se reniega y se cuestiona al Creador sobre esa situación, es decir, no se asume con responsabilidad esa decisión.
Decidir no es fácil, y a veces se toma esa decisión de bote-pronto, así sin pensar, y las consecuencias pueden ser benévolas, mas por lo general son desafortunadas y ahí, es donde hay que demostrar esa responsabilidad.
DEDICADO: A mi buen Luis, se que tu fortaleza en la adversidad te sacara avante
A mi cachorro, que tu decisión te lleve al puerto que quieres llegar, sabes que ahí estaré apoyándote
A quienes se esforzaron por convencerme para decidir lo que decidí, con sus actitudes de desinterés hacia mi trabajo,
